Este modelo es ideal tanto para asistencia ocasional como para servicios puntuales o mantenimiento continuo, ya que permite planificar y gestionar eficientemente el uso de los recursos técnicos.
Las horas contratadas pueden aplicarse en dos modalidades: Horas Proactivas y Horas Reactivas.
Están enfocadas en mantener una infraestructura estable, segura y actualizada, ayudando a prevenir posibles incidentes y mejorar el desempeño general de tus plataformas.
Estos servicios se programan previamente y no se consideran contingencias. Algunas actividades comunes incluyen:
Instalación de actualizaciones de software (Hotfixes, Service Packs).
Activación de características y servicios compatibles.
Ajustes de configuración para mejora del entorno.
Implementación de nuevos servicios o funcionalidades.
Evaluación y adopción de nuevas tecnologías.
Beneficio principal: Prevención de fallas, continuidad operativa y mejora constante.
Las Horas Reactivas están destinadas a la atención de incidentes no planeados que afectan la operación del negocio. Se utilizan cuando se requiere soporte técnico para resolver una falla específica en alguna de las tecnologías cubiertas por nuestros servicios.
Se levanta un incidente.
Se asigna el tipo de apoyo requerido.
Se aplica la atención técnica para restablecer la operación.
Beneficio principal: Respuesta rápida y especializada ante problemas críticos.